Hace un par de semanas un hombre subió a un árbol de 24 metros de altura en pleno centro de Seattle.
Se acordonó la zona y un policía subió en una grúa para conversar con él y así convencerlo de que bajara del árbol, pero
"Man on the tree" (así le llamaron los ciudadanos) empezó a arrojarle ramas.
Al cabo de 25 horas, el hombre misterioso decidió bajar del árbol.